PRODH se pronuncia sobre la última crisis en la frontera norte

Se conoce ya con certeza que Paúl, Javier y Efraín, los tres periodistas que se encontraban secuestrados desde el 26 de marzo fueron asesinados por el grupo armado disidente de las FARC, denominado “Frente Oliver Sinisterra”. Dicho grupo ya había realizado numerosos actos ilegales en Ecuador y Colombia, provocando la muerte de varias personas, numerosos heridos y cuantiosas pérdidas económicas.

Lo ocurrido obligó al gobierno ecuatoriano a abrir los ojos sobre la crítica situación de la frontera norte. La primera respuesta ofrecida por nuestro Primer Mandatario fue un plazo y un ultimátum luego del cual se respondería de forma militar. En palabras del Presidente «vamos a darles la lucha y en el escenario que ellos han escogido y los vamos a derrotar».

Se anunciaron varias medidas en relación a la muerte de los periodistas que incluyen el liberar la información sobre el fallido proceso de liberación, la reanudación de las acciones armadas conjuntamente con Colombia, la conformación de una jurisdicción especializada en crimen organizado, incluir al principal responsable en la lista de los más buscados, declarar como zona de seguridad el área y realizar los esfuerzos necesarios para repatriar los cuerpos de los periodistas.

PRODH, como organización que promueve los derechos humanos, damos nuestras sentidas condolencias a todo el periodismo, hacemos un llamado a la paz, a la unión y al respeto de los derechos humanos, pero también consideramos necesario manifestar varias preocupaciones y plantear importantes interrogantes.

1. Nada o muy poco se ha dicho respecto a brindar soluciones integrales sobre la complicada situación de la frontera norte. La respuesta armada no puede ser la única medida a ser tomada, se debe tener siempre en cuenta como primer interés, la situación humanitaria de la población civil que se encuentra en frontera.

Al momento ya se cuenta con miles de desplazados, las personas que se quedaron en sus territorios temen nuevos enfrentamientos. Nos preguntamos ¿qué se está haciendo en concreto para garantizar efectivamente los derechos de la población civil ante el inminente conflicto armado y por qué la respuesta tardía de los dos gobiernos, si desde hace décadas se conoce de la crisis en la frontera?

2. Es realmente preocupante como ciertas personas, de forma irresponsable, hacen un llamado a la búsqueda de soluciones fáciles e irreales, producto del desconocimiento de nuestra historia reciente, del apasionamiento y del manejo politiquero de lo ocurrido.

Es reprochable pedir “bombardear la zona”, “dar bala a todo el mundo”, “aniquilar sin contemplaciones” y “dar guerra sin cuartel”, sin pensar antes en la vida e integridad de la población civil que vive en la frontera. También es reprochable hacer un llamado a emplear viejas prácticas violatorias a derechos humanos como las cometidas en el gobierno de León Febres Cordero, sin pensar cómo aquello afectó a la población ecuatoriana; además de ser momentos y situaciones históricas absolutamente distintas.

Afirmamos como organización, que simplemente no podemos buscar solucionar una crisis de derechos mediante la violación de más derechos.

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