OPINIÓN

Triste retraso: MSP propone disminuir la muerte materna

Por: Discipula vitae

La última novedad del Ministerio de Salud en Ecuador, para mejorar la salud pública, es un plan para disminuir la muerte materna porque sigue campante y rampante. Como no debería ser, inicia con una campaña en medios de comunicación que responsabilliza a las mujeres embarazadas del tema: que se controlen la gestación, que den a luz con personal calificado, que haya medios de transporte comunitario a la hora del parto, que ellas vean de no morirse. Sin embargo, todas las estadísticas muestran que ¡la mayor parte de muertes maternas se producen por demora y mala atención de las complicaciones (en su mayor parte impredecibles en el embarazo) EN los hospitales públicos o clínicas y policlínicos privados (que tienen permiso del MSP para operar)!
El MSP, dice que para evitar las muertes maternas se construirán más edificios de salud y contratarán más personal lograr la meta, incluyendo fisiatras y laboratoristas.Por la experiencia actual del aparato estatal, mientras se construyan los edificios, cuántas muertes maternas más se tendrán que dar?
La novedad del MSP llega con un atraso de casi ocho años del actual gobierno. Una oportunidad histórica perdida, botada al agua. Triste retraso.
La novedad, tristemente retardada, no es novedad. Ecuador disponía, desde 2007, un Plan Nacional de Reducción Acelerada de la Muerte Materna, que, durante los últimos años fue relegado, olvidado y negado por la novel burocracia. Actualmente, el monitoreo de la muerte materna fue entregado a altos tecnócratas recién graduados que piensan que el país recién descubre que hay un alta e indomable razón de muerte materna. Estos nuevos funcionarios,a la antigua usanza, cumplen disposiciones superiores y siguiendo el vertical orden burocrático; poco conocen –y parece que no quieren conocer-de los planteamientos, avances, dificultades, vacíos y retos para la reducción de la mortalidad materna en un país que tiene un sistema “público que no es público” de salud, porque lo “privado” está en las entrañas de lo público.
La novedad del MSP, atrasada, triste no-novedad, en boca de la ministra del ramo, se justifica porque “en los gobiernos anteriores, no se hizo nada… todo estaba sub registrado, era la noche larga neoliberal… pero ahora sí, presidente, ahora sí…” (Sabatina del 21 de febrero 2015).
¿Por qué la Ministra de Salud actual, con valentía y sinceridad, sin ponerse como juez de “los gobiernos anteriores”,en lugar de argumentar para convencer de la no-novedad al Presidente, por qué no rinde cuentas de sus últimos tres años como responsable de la disminución de la muerte de mujeres por embarazo, parto o posparto en Ecuador? Por qué la Ministra no evalúa los que hizo el actual gobierno entre 2007 y 2011 respecto a la muerte materna? ¿Porqué no dice la Ministra de Salud, –transparentemente- cuántas muertes maternas hubo entre 2007 y 2014? Y cuántas hubo el período equivalente anterior?
El Presidente de la República, con ingenuidad que no es posible comprender, aceptar y cree fielmentelos argumentos de su Ministra de Salud. Ojo, Presidente, ya son ocho años que su gobierno es responsable absoluto de la política de reducción de la mortalidad materna: 8 años!!
El plan de disminución de la muerte materna del MSP, ahora, es una triste demora, en el plano técnico, sería la “cuarta demora”, pues la primera demora para las muertes maternas es la que se produce en la comunidad, la segunda demora se da en el traslado al hospital, la tercera en la atención dentro del sistema de salud, centros de salud y hospitales.
Sería deseable que el Presidente se informe mejor de las estadísticas de mortalidad materna desde otras fuentes. Que mire detenidamente el capítulo del Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017 que, desde el SENPLADES, ya exponía la urgencia de hacer algo para reducirla, en 2013…
El MSP, dícese rector nacional de la salud pública, llega tarde o nunca a la solución de los problemas reales de salud. El Presidente lo sabe, sus visitas sorpresa de supervisión a hospitales del MSP o del IESS, se motivan en su entendimiento de que la alta gerencia del sector salud es pobre en efectividad y resultados reales. Él mismo –como primer mandatario, tiene que “dar resolviendo”, de hospital en hospital, lo que no pueden arreglar ni la Ministra MSP ni el Director del IESS. Qué vergüenza. Si el “Mashi” no llega, los problemas siguen campantes.
Triste retraso y triste no-novedad la publicitada campaña del MSP frente a la muerte materna.

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