OPINIÓN

Después del gusto viene el susto

Durante el período que Rafael Correa llamó “la larga noche neoliberal”, a menudo los gobiernos recurrían a los llamados “paquetazos”, consistentes en una serie de medidas económicas que afectaban directamente al bolsillo de los ciudadanos y que según dichos gobiernos, eran necesarias para paliar la grave crisis económica que afectaba al país.
A partir del 11 de marzo, el gobierno empezó a aplicar “salvaguardias” de entre el 5% y el 45% a 2800 productos importados. Las salvaguardias no son sino impuestos puros y duros, que se aplicarán incluso a materias primas usadas para fabricar productos nacionales. En otros términos, ropa importada, neumáticos, licores, alimentos, caramelos, computadoras, televisores, materiales de construcción, motos, llantas, repuestos automotrices y una larga lista de productos importados constarán más. Pero también se encarecerán muchos de los productos industriales fabricados en el país que usan materias primas importadas. Es decir, los bolsillos de los y las ciudadanas serán afectados. En otras palabras, asistimos a un paquetazo en plena revolución ciudadana, disfrazado de “salvaguardias”.
El gobierno de Rafael Correa dispuso de muchos más recursos que ningún otro gobierno en el Ecuador, incluso de más recursos que los de todos los demás gobiernos de los 30 años anteriores a 2007 juntos. Sin embargo, el gasto excesivo y el no haber ahorrado, es decir la falta total de previsión, llevaron a una realidad inimaginable para el gobierno hace apenas algunos meses. Luego de la caída de los precios del petróleo, es el chuchaqui inevitable después de una farra con muchos excesos.
Las salvaguardas son una más de las medidas del gobierno, desesperado en obtener más recursos para tratar de paliar el déficit presupuestario de 8000 millones de dólares, luego de limitar las utilidades de los trabajadores, meter mano en fondos previsionales privados como el del magisterio, poner impuestos a las compras por internet y comprobar que el precio de 80 dólares por barril para el presupuesto anda solamente por los 50 dólares, y probablemente no suba.
Cuando le preguntaban a Correa por qué su gobierno no ahorraba en previsión de épocas de vacas flacas dijo que lo prioritario es la inversión social para crear hospitales, escuelas y carreteras, y que él como nadie sabe de economía. Luego de 8 años de revolución ciudadana tenemos mejores carreteras pero son limitados los resultados en el ámbito social y los gastos del aparato burocrático son enormes, así como los de las sabatinas desde todos los rincones del Ecuador o los elefantes blancos como Yachak , que tiene menos de 200 estudiantes pero cuyo rector gana más de 18 mil dólares mensuales.
Ante esta situación, en el gobierno debería imponer austeridad en sus gastos, y no solo aplicarla a la ciudadanía metiéndole la mano al bolsillo. Porque la rebaja de 5 a 10% de los jerarcas del gobierno no pasa de ser un gesto demagógico. ¿Quieren sacrificarse por la patria? ¿Quieren ser coherentes con su discurso? Vivan con la décima parte de su sueldo, como lo hizo el hasta hace poco presidente de Uruguay, Pepe Mujica.

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