Las tristes cifras de la violencia contra las niñas y los niños en Ecuador

A continuación les presentamos un panorama de las cifras que permiten hacerse una idea de la gravedad de la situación de violencia que viven a diario nuestras niñas, niños y adolescentes en los lugares que deberían ser los más sagrados y seguros, su escuela y su hogar.

Por una parte, el Ministerio de Educación informó que entre 2012 y 2016 se registraron 834 denuncias por delitos sexuales cometidos en el ámbito educativo,esto equivale a la escalofriante cifra de 1 niño o niña abusado cada 2 días. Pero la situación no se detiene allí, se deben sumar 185 delitos de otro tipo que ocurrieron dentro de los planteles y 56 cometidos por los mismos estudiantes a otros estudiantes.

Pero la situación no se detiene allí, también existen graves casos de maltrato y lesiones: entre enero y diciembre de 2016 hubo 1649 denuncias de violencia en los planteles educativos, de los cuales 867 casos fueron por maltrato psicológico (casi la mitad), 404 por lesiones y 378 por delitos sexuales (datos recogidos en los puntos de atención ciudadana de cada Dirección Distrital Educativa del país).

Mientras que otros datos, esta vez de la oficina de UNICEF en Ecuador y de la CEPAL, señalan que:

3 de cada 5 niños y niñas en Ecuador han sufrido algún de tipo de violencia en las escuelas, por parte de sus pares o de profesores.
El 65% de los casos de abuso sexual fueron cometidos por familiares y personas cercanas, y cuando fueron familiares, casi el 40% abusó varias veces de la misma víctima.
A 1 de cada 3 víctimas nunca le creyeron y solo el 15% de los casos fue denunciado.
Las niñas y niños con discapacidad son más vulnerables al abuso.
La idea no es solo generar preocupación y alarma, sino movernos a tomar acción y a proteger a niñas, niños y adolescentes. ¿Pero cómo hacerlo? Lo primero es escuchar y no juzgar ni culpar al niño o niña, lo segundo, buscar ayuda profesional médica, psicológica y denunciar el caso. Además, evitar a toda costa que el presunto abusador esté cerca del niño.
RECUERDE: No está bien callar, así como tampoco lo está “arreglar el problema en privado”, porque tan delincuente es el abusador como la familia o la institución que encubre y no denuncia; tenga en cuenta que ambas conductas pueden llevarle a prisión. ¡No sea cómplice, proteja y denuncie!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *