Hermanos Restrepo, 30 años y la lucha continúa

El 8 de enero de 1988, los hermanos Carlos Santiago y Pedro Andrés Restrepo Arismendi fueron detenidos por la policía, aparentemente por conducir sin documentos. Los hermanos de 17 y 15 años fueron llevados a los tenebrosos calabozos del Servicio de Investigación Criminal, SIC, donde fueron torturados y ejecutados. Luego sus cadáveres fueron desaparecidos. El crimen fue perpetrado por miembros del SIC-10, la policía secretacreadapor el entonces presidente del Ecuador, León Febres Cordero, quien había desatado una ola represiva inédita en el país, cuyo resultado fueron masivas y sistemáticas violaciones de derechos humanos que se cuentan por cientos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, violencia sexual, torturas, privaciones ilegales de libertad. Varios años después el Estado ecuatoriano reconoció su responsabilidad en la desaparición forzada y asesinato de los hermanos Restrepo. Sin embargo, se sigue manteniendo una deuda histórica toda vez que hasta ahora la verdad de los hechos no ha sido totalmente establecida, los cadáveres nunca aparecieron, y sobre todo, varios de los principales involucrados quedaron impunes; incluso algunos ya fallecieron como el prófugo general Vaca o el mismo expresidente León Febres Cordero. Desde 1988, Pedro Restrepo y su esposa, Luz Elena Arismendi, luego de recibir información confusa por parte de la Policía, decidieron poner una denuncia en la Fiscalía por la desaparición de sus hijos. Se sucedieron las informaciones falsas y la actuación de personajes perversos para tratar de tapar el crimen, como las de Doris Morán o Hugo España. Se buscó, incluso con equipos de buzos internacionales, en la laguna de Yambo y no se hallaron los cadáveres. Luz Elena, ejemplo de valor y tenacidad, falleció en un accidente de tránsito en 1994. Pedro, María Fernanda y Martha Cecilia, siguieron adelante con la lucha. El 8 de enero de 2018, Pedro Restrepo, acompañado de si hija María Fernanda, de familiares, amigos, activistas sociales y demás gente que apoya su lucha, salió a la Plaza Grande para pedir respuestas sobre el paradero de sus hijos. Esto lo ha venido haciendo desde hace 30 años, a pesar de la prohibición de la protesta pacífica durante el gobierno de Sixto Durán Ballén y a pesar de todos los problemas y amenazas que ha debido sortear durante todo este tiempo.Tres décadas en las cuales se sucedieron los gobiernos de 10 presidentes que ofrecieron llevar a cabo investigaciones hasta las últimas consecuencias, pero sin resultados. Pedro Restrepo afirma que seguirá adelante con su lucha mientras tenga fuerzas, esto pese al paso de los años, los quebrantos en su salud,su profunda tristeza y frustración acumulada en 30 años. Por todo esto, por su entereza, por su voluntad indoblegable, por su valentía, su lucha será un ejemplo imborrableen la defensa de la vida y los derechos humanos. Más allá de todo merecido reconocimiento a esta familia, insignia de la defensa de los derechos humanos, está la indignación que sentimos las y los ecuatorianos porque nuestro Estado es incapaz de proteger nuestra vida. Según información de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador, hasta el mes de junio del año pasado se reportaron 4.400 personas desaparecidas en el país.

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