Resistencia a la minería en provincia de Azuay

Por: Wilson Coronel, Radio Chaguarurco Digital

Los habitantes de la parroquia de Shagli se encuentran movilizados como señal de resistencia a las actividades mineras que ahí se realizan, de forma particular a las actividades de la empresa Sierramin.

Lenin Macas, párroco de San Pablo de Shaglli -parroquia con más de 130 años de historia- perteneciente al cantón Santa Isabel, en la provincia del Azuay, señala que es necesario tener una palabra de aliento como pastor, y apoyar a una población que lucha por la justicia y la armonía en las familias.

La pretensión de hacer actividad minera en Shagli ha traído serias dificultades y problemas para la armonía de la comunidad y de las familias, porque hay que tomar en cuenta que hay personas que están luchando por defender la tierra, el agua, su trabajo y se oponen a la minería. Así también hay personas que están a favor de la minería porque ven a esta actividad como una alternativa de trabajo.

Respetando los distintos criterios, trabajamos en defensa del agua, en defensa de nuestras tierras, estamos a favor de los campesinos y tenemos que seguir luchando”.

El sacerdote además señala sentirse agradecido “porque en medio de este pueblo y de este recorrido histórico he aprendido a estar con ellos, a sentirme parte de ellos y a sentirme conmovido por los atropellos que se les quiere causar”

Tomando en cuenta que los gobiernos autónomos descentralizados tienen potestad para otorgar licencias para la explotación minera, el párroco señala estar convencido que más allá de las posiciones de las autoridades de turno “la lucha es de los campesinos. Debido al momento coyuntural ha hecho falta valerse de otros actores en el plano político y económico, pero se ha podido detectar que hay tres clases de luchadores: gente que con firmeza y convicción defiende el agua y la tierra, y no se ha dejado comprar la conciencia. Otras personas que aparentan la defensa del agua y la tierra, pero que en realidad manejan un doble discurso; y otra clase de personas son las que empezaron la lucha y la traicionaron, son la gente que se ha distanciado, por ello están ausentes de estas luchas. Solo los verdaderos campesinos son los que están todo el año trabajando, por ello como Iglesia local es necesario dar una palabra de aliento por los marginados de la sociedad”.

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