Construyamos alternativas: otro Ecuador es posible

Por:Sonia Rodriguez Jaramillo, CEPAM Guayaquil

Guayaquil es la ciudad con mayores habitantes y contradicciones del país, económicas, políticas, éticas, una de las más contaminadas ambiental y sanitariamente. Entonces la pandemia del Covid19, nos golpea de manera brutal, tenemos una ciudad sitiada, aterrorizada, que sufre porque no somos un país que ha privilegiado la salud, la educación, la vivienda, el bienestar de la mayoría. El modelo económico político capitalista que gobierna el mundo y este país, es depredador, inhumano, genera comportamientos violentos, no solidarios.

Tenemos el desafío de construir alternativas de manera urgente, no insistir con información falsa, alarmista, que no ayuda, genera angustia, terror. Las autoridades han sido muy lentas, no saben administrar un país para la mayoría; pero empiezan a ampliar las capacidades de atención médica, a recoger a quienes murieron. No será suficiente pero empezamos a dar respuesta, a hacer caminos. Se están desarrollando acciones solidarias, creando universidades, organizando a sus docentes médicos, enfermeras, psicólogas y se está atendiendo en línea; hay empresas y personas donando alimentos para quienes no pueden salir a trabajar. Eso también hay que difundir, además de denunciar irregularidades, abusos de poder y violencia.

La medida “quédate en tu casa” es necesaria, pero no está pensada para la mayoría de la población con viviendas precarias, covachas, casas pequeñitas, poco cómodas, trabajo informal, sobrecarga de trabajo doméstico de muchas mujeres. Adolescentes y jóvenes viven, juegan, socializan en la calle, tenemos muchos desempleados, o quienes viven de la venta del día, trabajadoras domésticas.

Nos toca construir medidas acordes a la realidad, educar a una población que no entiende, no dimensiona la gravedad, no ha crecido en prácticas saludables y de autocuidado; no cree en las autoridades ni en sus gobernantes. Otros se creen infalibles, tienen conductas perversas, arrogantes, abusan de su poder con recursos económicos, militares o no. A algunos les da lo mismo vivir o morir.

No es con más violencia y represión como saldremos. Tenemos que mirar ejemplos de otros países, India está promoviendo un sistema de salir poco de casa, con distancias y precauciones. El desafío es aprender de esta experiencia, de los errores, cambiar el modelo económico y cultural para crear formas dignas, solidarias, responsables con cada uno y en colectivo; especialmente las autoridades y cada habitante del país.
Que nunca más tengamos que vivir este horror. Las salidas solo pueden ser colectivas, dignas, solidarias.