Doris Duque Villavicencio, PRODH Loja
Desde el 16 de marzo del 2020 nos encontramos confinados en casa para huir de una pandemia llamada COVID-19. Cuando iniciaba esta pesadilla, las víctimas de violencia de género sobrepasaban el número de personas fallecidas por esta pandemia, pues la alerta es “Violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes”, y que no ha sido considerada como parte de la problemática social, tanto así, que para este año, el Gobierno Nacional, no asignó presupuesto para atender ni prevenir la violencia en el Ecuador. La atención de la Secretaría de Derechos Humanos, se basa en atención psicológica mediante llamadas telefónicas y la baja atención de la policía, con el temor a contagiarse.
Estamos en el sexto mes del año y tenemos el crecimiento de este problema de vida. Es triste y preocupante conocer que hasta mayo se reportan 36 femicidios, y numerosos casos de niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia intrafamiliar, de los cuales, algunos han tomado la decisión de quitarse la vida. No podemos decir cifras porque no hay datos definitivos, pero las noticias nos alertan cada día de una nueva desgracia.
Frente a esta realidad, ¿qué estamos haciendo para prevenir que se incremente la violencia? Esperar del Gobierno sería un largo pasatiempo, pues ahora están en la búsqueda de los autores de esta gran cadena de corrupción que nos ha dejado en la pobreza económica y nos mantiene entretenidos como si fuera una película de acción.
Levantemos nuestra voz, nuestra acción para defender la vida, cuidado naturalicemos esta realidad, tengamos presente que los derechos humanos son nuestra única herramienta de justicia que tenemos hoy.